Esta discreta vivienda de lineas rectas, esconde en su interior algunos de los espacios más modernos y sorprendentes que puedan encontrar en la isla en estos momentos. Su propietario, un señor estranjero, quería un espacio donde en el que disfrutar todo el año del exterior, pero sin perder privacidad. Por lo que esta casa consigue el objetivo de ver sin ser visto. Además, la terraza que esconde la casa, permite integrar y ampliar el comedor con el exterior.